Jorge Luis Borges - 1951 |
Un literato puro, si quieres conocer a alguien que en realidad ame las
letras, ese es Jorge Luis Borges (argentino, 1899 – 1986) un erudito del siglo
XX que impulsó el genio y la creatividad intelectual de Hispanoamérica. El
libro que les presento (Ficciones, 1944) es una colección de cuentos, de los
más conocidos de Borges, que pondrán a prueba tus dotes culturales, y es que la
erudición y el conocimiento no está estrictamente concebido para las elites
esclarecidas o para uno que otro sabiondo. Uno de los objetivos de esta
bitácora es el de motivar a aquellas personas que aún no han descubierto en su
ser, la necesidad de ilustración, la cual está ligada a nuestra
autorrealización como personas y como que en las mayorías no logra establecerse
quizás por algún prejuicio nocivo de algún nocivo egoísmo.
Motivar la lectura que es vital para el desarrollo intelectual y la
concentración, esa es la misión de esta bitácora y la motivamos con obras
cumbres, reconocidas por sus talantes universales y su prestigio literario.
Ficciones tiene todo lo necesario para hacer un test intelectual, relatos como
“La lotería de Babilonia” y “La biblioteca de Babel” ostentan todo lo amplio y
basto del conocimiento pasado y futuro y no es una exageración. Son relatos
alabados por comunidades científicas y es que encierran más que literatura,
abarcan dimensiones inconcebibles pero imaginables, laberintos intrincados son
cada una de las frases de cada relato que alertan los sentidos pero que igual
se regocijan cuando te adhieres a la naturaleza intrínseca de Borges.
La mente de Borges es una quimera que contiene un mundo propio pero
que parece es el nuestro por su grafía ecuménica. La percepción de Borges nos
alcanza cuando ya creíamos tenerla dominada, es en ese momento que nos estruja
el discernimiento y nos obliga a profundizar las pocas páginas de sus anales, y
se vuelve un adiestramiento de entendimiento que no cansa sino que vivifica las
sesos y la lucidez vuelve aunque nunca estuvo fuera, como reclamando la prisión
a la que la habíamos sometido, en el tiempo que dilapidamos sin haber leído a
Borges.
Por todo y la perspicacia que la sapiencia de Borges nos ofrezca lo
importante es que la pasemos agradable junto a estas figuras que han sido
deleite de las imaginaciones sublimes de finales del siglo pasado y que algunos
que aún viven escriben con Borges en el instinto: Gabriel García Márquez,
Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, por citar a los relevantes
sin mencionar a los miles que borronean pensando que tal vez lo que piensan
garabatear ya está implícito en una ficción dilucidada hace mucho por Borges,
como lo expone el prologuista de su obra:
“Durante un tiempo, cuando era más joven, estuve enfermo de
Borges, todavía no estoy seguro de haberme curado. Cuando uno enferma de Borges
se pregunta por qué la gente sigue, seguimos, escribiendo. Todo está en Borges
y él lo sabe. Cuando leemos La biblioteca de Babel no podemos evitar la
sensación de que en esas pocas páginas están contenidos todos los libros que
los hombres han escrito y escribirán, además de todos los restantes, que son la
infinita mayoría. Las ruinas circulares son otro ejercicio de la más espléndida
metafísica, y uno no sabe cómo salir del sueño que nos propone, realmente el
lector ya nunca sale de ese sueño, salvo a través del olvido, pero el olvido no
está en las manos del lector, no forma parte de su poder.”
José Luis Rodríguez Zapatero.
Hola profe, ese libro es dificil, no tiene otro mas facil jajajaj.
ResponderEliminar