¿Por qué leer El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde de Robert Louis Stevenson?

Personalidad escindida

Robert Louis Stevenson

Mucho se ha debatido acerca de la doble personalidad, la buena y la mala. La dualidad, los dos caminos. Desde pequeños se nos muestran las dos opciones, y por el famoso libre albedrío nosotros somos los únicos responsables de nuestras decisiones, del camino escogido. La novela que les presento, es un clásico del género psicológico de terror. Trata del hombre que deseando liberar al demonio que lleva dentro sin arriesgar su porte de ángel, busca y encuentra la manera, con ayuda de la ciencia, de poder desatar sus ansias de maldad, adoptando una forma diferente de su físico pudiendo interactuar con el mundo con dos cuerpos diferentes. Un hombre bueno y un hombre malo.

Robert Louis Balfour Stevenson (1850 – 1894) escritor escocés ubica esta novela corta en el Londres Victoriano pero sin duda se podría remontar a cualquier momento de la historia del ser humano. La batalla interna del individuo pensante desde el momento en que somos conscientes de nuestros actos, notamos que no podemos mostrarnos ante
todos tal como somos, de alguna manera empezamos a relegar nuestra lado oscuro a tal punto de que este no interfiera en nuestras vidas, lo ocultamos en lo más profundo de nuestro ser, y solo nosotros podemos escuchar sus quejas y reticencias.

Y cuando nos encontramos en una posición óptima para el delirio, digamos un lugar donde nadie nos conoce, con una persona a la que no volveremos a ver jamás, le abrimos la puerta al señor oculto o Mr. Hyde, (el lado malo del personaje principal de la novela) para que este pueda vaciar toda su savia de maldad en todo aquel que te tenga cerca. Ya de nuevo en nuestras vidas, con nuestra apariencia de ángel o Dr. Jekill (personaje principal de la novela, médico muy querido por su entorno) el señor oculto martilla las paredes de nuestra conciencia provocando un inmenso dolor de culpa que a veces no logramos soportar.

Pero como el borracho o el jugador sin control, una vez que hacemos mal, este se convierte en un incontrolable vicio, hasta como en muchos casos el ángel desaparece y el demonio toma posesión del cuerpo y de la mente, y como todo demonio hace su trabajo autodestructivo procurando hacer todo el mal que le sea posible. Esta es una posición pesimista de mi parte, muchos ángeles maravillosos logran controlar a ese ser malévolo que a veces vemos en el espejo. Otros solo lo sacan a pasear con una correa muy corta por pocos espacios de tiempo, pero lo cierto es que está ahí y no debemos subestimarlo.

Los invito a leer esta maravillosa obra y si ya la leyeron vuelvan a retomarla, es una lectura que quizás valga más en la reflexión de un joven que en la de un adulto, pero como ya muy bien sabemos, el ímpetu y la rebeldía de las nuestras mocedades está plenamente gobernado por el señor al cual luego relegamos a los confines de nuestra mente, dándole la categoría de oculto ante la sobriedad de la adultez.